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ALERGIAS - CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

Una alergia es una reacción desproporcionada del sistema inmunitario a sustancias que generalmente no son dañinas.
 

El sistema inmunitario de una persona alérgica percibe como una amenaza a un determinado tipo de sustancias (llamadas alérgenos) y provoca reacciones en el organismo que oscilan entre las molestias leves y problemas críticos que pueden amenazar la vida de la persona.

El contacto con el alérgeno hace que el organismo produzca un tipo de anticuerpos llamados inmunoglobulina E (IgE). Estos hacen que unas células llamadas mastocitos liberen sustancias químicas como la histamina en el torrente sanguíneo del individuo, ocasionando lo que se conoce como reacciones alérgicas. Las reacciones alérgicas provocan molestias como picor en los ojos, en la nariz, en la garganta, hinchazones, mocos, dificultad para respirar, eccemas, ronchas, erupción cutánea, etc. E incluso pueden ocasionar problemas que pongan en peligro la vida de la persona.

Causas

Aunque se desconocen las causas de la alergia, en su desarrollo pueden juagar un papel significativo los factores genéticos y ambientales.

Las alergias más comunes tienen como alérgenos el polen, el moho, la caspa de animales y el polvo, aunque también es muy común tener alergia a algún alimento o a algún tipo de medicamento. También son frecuentes las alergias debidas a picaduras de insectos, joyas, cosméticos y otras sustancias de uso común y cotidiano.

Síntomas de las alergias

Dependiendo del tipo de alergia y las características individuales de cada persona, los síntomas pueden ser muy variados: desde leves o considerables molestias estacionales (en alergias al polen o determinados tipos de moho) a molestias ocasionadas por los ácaros de polvo o algunos alimentos, que se manifiestan durante todo el año.

¿Cómo se diagnostican las alergias?

Lo común es que se realicen pruebas cutáneas para determinar si se tiene alergia y de qué tipo. Estas pruebas consisten en inyectar una pequeña cantidad del alérgeno en forma de líquido purificado justo debajo de la piel, mediante un pequeño pinchazo que apenas se nota. Si a los 15 minutos aproximadamente aparece un bultito rodeado de un área rojiza en el mismo punto donde se ha realizado el pinchazo es señal de que se tiene alergia a esa sustancia.

En los casos en los que la reacción alérgica es muy intensa por el alto grado de sensibilidad de la persona al alérgeno, en lugar de pruebas cutáneas se realiza un análisis de sangre. Este procedimiento es más costoso pero es preferible en los casos en que la sensibilidad del paciente al alérgeno es muy elevada.

Tratamiento de las alergias

Las alergias pueden ser superadas con el tiempo, sobre todo en el caso de alergias a ciertos alimentos, pero lo común es que una vez se manifiesta una sensibilidad hacia algún alérgeno esta siga afectando a la persona durante toda su vida. No obstante, prácticamente todas las alergias pueden ser tratadas con medicamentos.

Los medicamentos para el tratamiento de las alergias son muy variados y dependen de los síntomas con los que se presente la alergia. Lo mejor es consultar al alergólogo cuál es el tratamiento más adecuado para cada caso.

Lo más común es el uso antihistamínicos, que están disponibles con y sin receta médica y son muy útiles para paliar los efectos adversos de las reacciones alérgicas, y el uso de corticoesteroides o antiinflamatorios que, aunque pueden administrarse en formas variadas, lo más común es en forma de crema o de inhalador.

A las personas con reacciones alérgicas fuertes se les suele prescribir inyecciones o pastillas de corticoesteroides por cortos períodos de tiempo.

Los descongestionantes también pueden ser muy útiles, ya que ayudan a aliviar la congestión nasal, pero no deben ser usados por un tiempo muy prolongado ya que pueden efectuar el efecto contrario y empeorar la congestión.

En ocasiones también es recomendable la prescripción de vacunas para la alergia (inmunoterapia), sobre todo en el caso de que no se pueda evitar el contacto con el alérgeno o que los síntomas sean difíciles de controlar. La función de estas vacunas es moderar la reacción del organismo frente al alérgeno, pero no funcionan con todas las personas y requieren de la supervisión del médico. Fuente

 

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