El signo principal de esa transición es la desaparición de la
menstruación y la aparición de múltiples síntomas de naturaleza
hormonal y psíquica que alteran muchas facetas de su vida entre
ellas su sexualidad.
Introducción
En el mundo entero se observa un aumento en el promedio de vida
de la especie humana. La mujer supera al hombre en este aumento
del promedio de vida.
En los primeros años del siglo XXI se calcula que habrá más de
2,000 millones de personas mayores de 60 años. Dentro de ese
universo las mujeres serán mayoría, todas "climatéricas" quienes
requerirán una atención especial por parte del sector salud, con
el fin de asegurarles un bienestar psíquico y físico a lo largo
de esas tres décadas, o más, en que vivirán sin hormonas y con
necesidades que seguramente no han cambiado mucho, comparadas
con las actividades de la pre-menopausia.
Actualmente
se considera al climaterio como un síndrome
psicosomático-sociocultural y que sus síntomas, características
y grado de complejidad varían en gran medida, dependiendo en
parte del modo en que cada mujer haya vivido hasta ese momento,
como en la salud física, psíquica, hijos, parejas, profesión,
etc.
De todo ello se puede resumir que la
sintomatología climatérica de cada mujer dependerá de tres
causas:
-
La secreción hormonal ovárica deficitaria, que es
responsable de síntomas como sofocación, crisis de
sudoración, atrofia de los tejidos hormono-dependientes como
la vagina, útero, etc.
-
Factores netamente psicológicos y variables en cada una,
dependiendo de su historia y personalidad.
-
Factores socio culturales relativos al contexto en el que se
desenvuelve.
-
Premenopausia y Posmenopausia:
Se consideran períodos distintos, divididos en base a la última
menstruación.
La premenopausia se representaría por un lapso variable en tiempo,
que se iniciará con los primeros signos de declinación hormonal y
que culmina con la desaparición del sangrado menstrual, desde donde
se ingresa en la posmenopausia.
Esta clasificación sólo diferencía distintos episodios de una misma
situacion, es así que el término
climaterio (de origen griego: escalera) se asocia al lento
descenso de la función hormonal ovárica, mientras que la menopausia
(término híbrido, del latín: mes y del griego: cesación) indica
solamente una fecha, la última menstruación.
Los síntomas de la premenopausia suelen ser variables, se pueden ver
irregularidades menstruales en "ciclos largos" (mayores de 35 días),
con episodios ocasionales (mayores de 90 días) de amenorreas
(ausencia de menstruación). La cantidad de sangrado menstrual se
altera con mayor tendencia a las metrorragias (aumentando).
Edad en el
Climaterio:
El inicio de la declinación funcional ovárica es variable para cada
mujer. A lo largo de la historia, la edad de la menopausia se ha ido
alargando; en la edad media el promedio era de alrededor de los 40
años, en 1700 se incrementó a los 45 años y en la actualidad ronda
los 50 años. Si consideramos que el climaterio comenzó en promedio
de uno a cinco años antes, actualmente debemos considerar que entre
los 45 y 50 años empiezan a verse síntomas de declinación hormonal.
Es común considerar precoz una menopausia ocurrida antes de los 40
años y tardía a la que se produce después de los 55 años. En la
determinación de este proceso intervienen diversos fenómenos, como
factores hereditarios, ambientales, alimenticios, partos previos,
salud en general, cirugías, etc.
El porqué ocurre, realmente se desconoce. Se dice que una
explicación podría ser el agotamiento funcional ovárico y la
independencia que éste logra de la estimulación hormonal
hipotalámica e hipofisaria, esto permite ver en los estudios de
laboratorio valores altos de gonadotrofinas hipofisarias, FSH y LH
(estimulantes del ovario) y bajos de estrógenos (producto del
ovario), aunque en las biopsias ováricas de la posmenopausia aún se
ven folículos ováricos que teóricamente podrían ser funcionales,
pero que no responden a la estimulación de su "superior hormonal".
La causa por la cual los ovarios dejan de responder a las
gonadotrofinas es aun una incógnita para la ciencia.
Climaterio y
Cirugías:
Mencionábamos anteriormente que se considera precoz una menopausia
ocurrida antes de los 40 años y como tardía cuando sucede después de
los 55 años y que en este proceso intervienen diversos factores,
entre ellos las cirugías. Debemos recordar que el climaterio en sí
es un fenómeno de privación hormonal ovárica, y la menopausia
(ausencia de sangrado menstrual) es una manifestación uterina de esa
falta de secreción hormonal. Por consecuencia, una mujer con tejido
ovárico secretante (no-climatérica), histerectomizada (sin útero),
es una mujer "menopáusica" que no presenta síntomas climatéricos.
A
diferencia de ello, una mujer anexohisterectomizada (sin útero ni
ovarios) es una mujer que pasa en forma brusca, tras esta cirugía,
al "climaterio
y a la menopausia" en forma simultánea. Con tratamiento hormonal
sólo puede mejorar sus síntomas climatéricos, pero no recuperar su
sangrado. Por último una mujer sin ambos ovarios(ooforectomia
bilateral), por una cirugía, es climatérica y menopáusica, pero como
conserva el útero, con tratamiento hormonal sustitutivo puede
recuperar su sangrado además de mejorar sus síntomas climatéricos.
Estado hormonal:
La causa principal del
climaterio reside en el ovario mismo, no por ausencia de
folículos primordiales, sino por ausencia de respuesta a las
gonadotrofinas, que da como primer resultado, escasa producción de
estrógenos, comprobable ya después de los 40 años de edad por
estudios de laboratorio. Se conoce que con una secreción menor de
7-10 mg/día durante un tiempo prolongado, el endometrio uterino no
será adecuadamente estimulado sobreviniendo la amenorrea (ausencia
de menstruación). En la ooforectomia bilateral, (sin ambos ovarios,
por una cirugía), los valores son inferiores a 2-5 mg/día y en la
mujer senil siempre es menor de 5 mg/día.
Sintomatología:
Los síntomas climatéricos son variados, pueden incluso en algunas
mujeres estar ausentes, se considera que aproximadamente un 10% de
las mujeres carecen de síntomas o por lo menos, son tan leves que no
los refieren. Otras en cambio comentan que para ellas fue un
sufrimiento cotidiano. Entre otros síntomas podemos describir:
Sudoración, Dolor osteoarticular, Trastornos urinarios, Depresión,
Insomnio, Dolor en la relación sexual, Sofocación, Trastornos del
deseo sexual, Irregularidades menstruales, etc. La depresión y el
insomnio son repercusiones de los llamados síntomas psíquicos del
climaterio.
Los dolores osteoarticulares se asocian a un grado mayor o menor de
osteoporosis. Los fenómenos tróficos de la pobreza hormonal en vulva
y vagina se asocian a dolor en la relación sexual y esto en
ocasiones interfiere en el deseo sexual.
Alteraciones Somáticas:
Después de la menopausia se nota una involución progresiva del
aparato genital dependiente del factor estrogénico, por un lado y de
la sensibilidad de los órganos efectores por otro lado. De allí que
el proceso sufra grandes variaciones individuales en cada mujer.
Los genitales externos muestran involución con mayores o menores
fenómenos de absorción del tejido graso perivulvar y borramiento de
las estructuras de los labios mayores de la vulva y clítoris,
alteración del vello pubiano, con menor pilosidad, haciéndose más
lacios, con menor cantidad y decolorándose.
La vagina sufre importantes cambios, se estrecha el introito, se
reduce en tamaño, desaparecen los fondos de saco cervico-vaginales,
a menudo se forma una estrechez anular en el tercio superior que
dificulta la observación del cuello uterino. Se atrofia el epitelio
disminuyendo el espesor, desaparecen los pliegues, la mucosa se
muestra seca y brillante.
El útero involuciona en conjunto, pero es más evidente en el cuerpo
que en el cuello uterino. Esta atrofia se evidencia en la
disminución global de sus diámetros, en el reemplazo del tejido
muscular por tejido conjuntivo de sostén.
El endometrio muestra un estado de reposo funcional al principio del
climaterio para llegar a un endometrio francamente atrófico con el
tiempo. Hay atrofia de las trompas de Falopio, sobre todo a nivel
del pabellón y desaparición de la estructura muscular. Los ovarios
reducen su volumen, desaparecen lentamente los folículos y se
esclerosan los vasos que los irrigan.
Las mamas pierden estructura con adelgazamiento de la piel,
reemplazo del tejido mamario por tejido adiposo. Todas estas
alteraciones hormono-dependientes traen como consecuencia algunos de
los síntomas antes descritos, como prurito vulvar, colpitis, uretro-cistitis,
prolapso genital, dolor en la relación sexual, sequedad vaginal,
etc.
Trastornos Cardiovasculares:
Las mujeres climatéricas en su mayoría, generalmente sufren
algún grado de trastorno cardiovascular. El más común de los
síntomas, los bochornos, son en esencia fenómenos vasculares de vaso
dilatación que se localizan a nivel del tercio superior del tórax y
se propagan al cuello y cabeza. Los bochornos, están descritos en
los textos más antiguos de la medicina.
El síntoma más común y en general el más duradero, comienza en la
premenopausia y dura hasta el final del
climaterio, habiendo mujeres que los tienen hasta 20 años
después de la desaparición de la menstruación. No hay diferencias
raciales para el síntoma, ni factores hereditarios, sin embargo es
más frecuente en las menopausias quirúrgicas y más evidente, sin
saber porqué, en mujeres de posición social baja.
La hipertensión arterial y la arteriosclerosis son otros fenómenos
frecuentes en las mujeres climatéricas.
Trastornos Psíquicos:
Una mujer que se sienta integralmente bien en salud y en su vida de
relación y producción, no experimentará mayores disturbios
psicológicos que los derivados de las molestias eventuales asociadas
a los fenómenos somáticos.
Las condiciones psico-emocionales, sociales, familiares, etc.
desempeñarán un importante papel en el eventual desencadenamiento de
estos trastornos. Por ejemplo, no es lo mismo una mujer con una vida
afectiva, familiar y social satisfactoria que otra que haya
enviudado o se encuentre separada, o la que sostiene una relación
armónica y estrecha con sus hijos, a la que se encuentra alejada o
en conflicto con ellos.
Los cambios hormonales pueden también provocar modificaciones en los
circuitos neuro-transmisores y desencadenar cuadros psiquiátricos
francos. Algunos trastornos paranóicos o persecutorios pueden
aparecer en esta etapa pero los más frecuentes son los trastornos
depresivos que se despliegan en una gama variada de trastornos, de
leves a graves y de transitorios a crónicos.
En líneas generales, los fenómenos del
climaterio pueden significar para una mujer predispuesta, una
pérdida imaginaria de singular intensidad y que puede no ser
tolerada por su estructura psíquica. Esto determina la emergencia de
síntomas depresivos que podrían merecer tratamiento psicoterapéutico
y/o psiquiátrico.
Metabolismo:
Una serie de trastornos metabólicos hacen su aparición en el
climaterio, como obesidad, diabetes, osteoporosis, artritis,
trastornos tiroideos, etc. El aumento de peso es un síntoma visible
entre el 40 al 50% de las mujeres climatéricas. El metabolismo del
calcio óseo se altera con frecuencia en la mujer climatérica, con la
aparición de dolores osteoarticulares, pérdida del calcio y
disminución de la densidad cálcica del hueso. La llamada
osteoporosis postmenopáusica y senil es la asociada con la
disminución de estrógenos, es la causa más común de fracturas en esa
edad. La mujer en general, tiene una masa ósea menor en un 30%,
respecto del hombre y después de la menopausia pierden un 2 a 3 %
por año.
Actualmente, la cuantificación de masa ósea es posible a través de
la densitometría ósea y permite comprobar que existen pacientes con
alto riesgo de fractura, permitiendo definir tratamientos
preventivos muy eficaces. La artrosis, artritis reumatoidea, etc.
son afecciones muy frecuentes en la mujer y con edad de aparición
simultánea al climaterio.
Conducta
Sexual:
La sexualidad en el
climaterio sufre modificaciones, en la posmenopausia se pueden
ver tanto disminución, como aumento del deseo sexual, aún cuando sea
más frecuente el primero. Se ha evaluado la actividad sexual,
orgasmo y frecuencia de relaciones sexuales en mujeres de entre 45 y
55 años de edad, y se confirma una disminución general de las
manifestaciones sexuales, mayor aún cuanto más avanzada sea la
menopausia.
Por otro lado, se puede ver mujeres que llegan a la edad de la
menopausia con una función reproductiva cumplida y antecedentes de
una vida sexual buena, con deseos sexuales presentes y a veces
exacerbados, por la desaparición del temor a un embarazo no deseado.
El
climaterio no es sinónimo de finalización de la feminidad ni
mucho menos de la sexualidad. Algunos sexólogos opinan que el
proceso es un ajuste que realiza la naturaleza y que lo hace a favor
de la mujer, a esa edad las condiciones físicas para el logro de la
maternidad suelen ser sumamente peligrosas para la madre y el hijo,
por lo cual la sabia naturaleza elimina la función reproductiva
dejando intactas las demás funciones, entre ellas la sexualidad, así
que todas las modificaciones que se producen a nivel corporal
seguirán la línea marcada por el proceso de envejecimiento que
corresponde tanto a hombres como a mujeres.
La capacidad sexual no se pierde con la edad, sólo disminuye de
intensidad en el mismo modo que otras funciones vitales.
Para la sociedad una pareja besándose en la calle es "linda" si
tienen quince o veinte años, "no común" si tienen cuarenta y "viejos
verdes" si superan los sesenta. Tristemente este concepto de que la
sexualidad acabará en la edad madura, definido por los sexólogos
como la "profecía del autoacabamiento" priva a muchas personas de la
satisfacción que brinda el ejercicio de la sexualidad a esa edad.
La realidad es que no hay un cese definitivo y brusco de la
sexualidad en algún momento de la vida, si no media un impedimento
físico real, la actividad sexual continúa y solo se acaba a edad muy
adulta o con la muerte.
El criterio que prevalece en la mayoría de los investigadores es que
la mujer con una vida sexual bien realizada, llega al climaterio
conservando con plenitud su actividad sexual y ésta seguirá
desarrollándose en forma normal, independiente de los fenómenos de
privación hormonal, solo siendo alterada (en ocasiones) en forma
indirecta por ello, ante la falta de lubricación con dolor en la
relación sexual, lo cual es evitable con ciertos tipos de
lubricantes, por ejemplo.
Es en el área psicológica donde se ven las mayores alteraciones de
conducta sexual, respecto de la edad. Si una mujer ha sido feliz en
su sexualidad, va a seguir siéndolo en el
climaterio, en cambio si no lo fue, seguramente verá al
climaterio como el fin de sus posibilidades de logro. Aquellas en
las que el ejercicio de su sexualidad fue siempre un inconveniente
verán con la llegada del climaterio la justificación esperada para
no tener relaciones sexuales y liberarse de ese "peso" que tuvieron
que llevar por tantos años.
El factor social que rodea a esa mujer puede interactuar tanto
positiva como negativamente en posibilitar la satisfacción sexual a
esa edad. Una sociedad crítica respecto de la sexualidad no
favorecerá la posibilidad de un desarrollo normal de la respuesta
sexual durante el climaterio.
Respuesta
Sexual:
La respuesta sexual en sí no se altera con el paso del tiempo, es
una creencia común, pero errónea, que la mujer de edad adulta no
tiene deseos sexuales y que no responde ante un estímulo sexual
adecuado. La mujer climatérica reacciona bien ante la estimulación
sexual y su cuerpo se modifica y adapta como en la reacción
fisiológica, que se ve durante el ciclo de respuesta sexual, la edad
puede modificar el grado de respuesta pero en sí, sin alterar la
posibilidad de lograr el orgasmo.
Puede verse ante una estimulación adecuada, la congestión de la
areola y la erección de ambos pezones. Hay vasodilatación cutánea
generalizada a fin de aumentar la sensibilidad de la piel,
manifiesta como una erupción en forma de manchas rojizas en la parte
superior del abdomen, tórax, cuello, cara y frente.
Hay contracciones musculares involuntarias. A nivel genital se ve
ingurgitación clitorídea, adquiriendo éste mayor consistencia y
grosor, llegando a la fase orgásmica en la mujer de edad en donde se
verifica una retracción del clítoris por debajo de la horquilla que
luego del orgasmo cede, al igual que en la mujer joven, para volver
a la posición de reposo.
Las modificaciones vulvares, con ingurgitación y separación de los
labios mayores es menos evidente en las mujeres mayores de 50 años,
probablemente por la disminución del tejido adiposo y perdida de
elasticidad del tejido debido a la ausencia del efecto estrogénico.
La vagina experimenta modificaciones en la mujer de edad, la calidad
de lubricación suele ser inadecuada, aunque existen mujeres que ante
el estímulo sexual responden con secreción, aunque más tardíamente,
constituyendo la variable en un factor personal.
Los cambios perineales propios del orgasmo en sí, se verifican en
forma similar a la mujer joven, aunque de manera menos intensa,
verificándose que las contracciones registradas durante la fase
orgásmica se producen al igual que en la joven, diferenciándose en
que son de menor duración.
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